El Canto de los Pájaros
por Abuela Hilda
El Canto de los Pájaros
Qué hermoso es ver a los pájaros cantar, anunciando que la primavera está muy pronta a llegar.
Verlos en aquellos grandes, verdes y frondosos árboles, detrás del muro, sobre el pasto verde, nos alegra el alma con su bello trinar.
Vuela uno, vuelan dos, vuelan tres por este lugar. En círculos de alegría danzan sin cesar, pintando el cielo con sus alas al volar.
Bajan en busca de harta comida, para sus pequeños poder alimentar. Con paciencia infinita, con amor y cuidado, van y vienen sin parar.
Cómo nos enseñan que hay que luchar para lograr todo en esta vida, y que nunca, nunca nos dejemos estar.
Con su ejemplo diario, con su incansable vuelo, nos muestran el camino para alcanzar el cielo.
Que debemos esforzarnos, trabajar con dedicación, para cumplir nuestros sueños con fe en el corazón, y así poder llegar hasta el final de nuestra misión.
Cada madrugada comienza su canción, un himno de esperanza, un canto de pasión. Nos recuerdan que la vida es un regalo de Dios.
Agradecer a Dios por esta gran creación que día a día nos llena de emoción.
Por las aves del cielo, por su dulce melodía, por recordarnos siempre que hay belleza en cada día.
Reflexión: Los pájaros, con su canto matutino y su incansable trabajo para alimentar a sus crías, nos enseñan valiosas lecciones sobre la perseverancia, el amor familiar y la gratitud. Cada vuelo es un recordatorio de que debemos esforzarnos por nuestros sueños, cuidar de los nuestros, y nunca dejar de agradecer por las bendiciones que recibimos. Su belleza no solo embellece nuestros días, sino que también nutre nuestras almas con su ejemplo de dedicación y alegría.